Estimados:
Es importante que no dejemos nuestros trabajo en construcciones, en nuestras mesas de trabajo, en nuestras comunidades de base, en las clases de infocap y en las actividades en los barrios de todos los paises. Es importante que reinterpretemos nuestros sufrimientos, desmotivaciones, pasadas de hambre, incomodidades, etc. A la luz de lo que dice Pedro Arrupe.
"Si mis 27 años de misionero me han enseñado alguna cosa, es ésta: la necesidad de la experiencia personal, de vivir los problemas sufriéndolos. ¿Qué pueden saber del hambre los que padecen de exceso de calorías? ¿Qué idea de las condiciones de vida material, social y espiritual del mundo de los parias podemos hacernos desde las butacas del primer mundo? Perdóname que responda con alguna crudeza: ¡ninguna que valga la pena! Esa es la razón por la que insisto tanto, sobre todo al interior de la Compañía, en la necesidad de la inserción personal, al menos parcial y temporal, en los medios más necesitados de nuestro servicio apostólico. Hay que esperimentar en carne propia qué es el hambre, qué es la impotencia frente a una estructura injusta; hay que tener el contacto más inmediato posible con quienes carecen de cultura o fe. No se trata de provocar en nosotros respuestas emocionales, simplistas o violentas. Sino de impedir que nuestras respuestas sean conceptuales, inoperantes, desadaptadas e insuficientes".
Pedro Arrupe s.j. General de la Compañía de Jesús
Saludos
Rolf Hitschfeld
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